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Productos desechables: contaminantes silenciosos

  • María Gabriela De León Carles
  • 15 mar 2017
  • 3 Min. de lectura

¿Te has preguntado alguna vez dónde van los platos, vasos y cubiertos de plástico?

Los productos desechables son uno de los mayores focos de contaminación para el medio ambiente, especialmente para los mares, y hoy (por ser un tema que me apasiona) les hablaré de esto.

Los productos desechables no empiezan su proceso con buen pie, ya que para producirlos son necesarias toneladas de petróleo o de papel. Pero lo que más debe alarmarnos sobre este tipo de productos es la contaminación que provocan una vez que los hemos utilizado.

Su propio nombre lo dice, son “desechables” es decir que parten de la base de que nunca van a ser reutilizados. Y esa no es una buena base cuando se quiere ayudar al medio ambiente.

Cuando utilizamos este tipo de productos lo hacemos en grandes celebraciones, para no tener que fregar tantos platos, vasos, o cubiertos. Es decir, que encima usamos una gran cantidad. Y como es lógico, si no queremos fregar tiramos los platos con restos de comida, lo que hace prácticamente imposible que puedan reciclarse.

Pero dentro de los productos desechables, hay unos que se llevan la palma en contaminación. Se trata de los envases de foam o poli estireno, que se suelen usar para la comida rápida o para envasar la carne en las grandes superficies. El poli estireno no sólo no se puede reciclar, sino que no se biodegrada nunca. ¿Y dónde van este tipo de envases? Pues lamentablemente lo que ocurre con ellos es que se van destruyendo en pequeños trozos y muchas veces llegan al mar, contaminándolo de manera irreversible.

¿Cómo podemos luchar contra la contaminación que provocan los productos desechables?

La mejor decisión es hacer todo lo posible por no utilizarlos. Especialmente los platos, cubiertos y cuchillos de plástico, ya que es lo que está más en nuestra mano. La próxima barbacoa o celebración familiar recuerda que estos productos son muy nocivos para la naturaleza y, aunque dé un poco de pereza, usa platos tradicionales.

Y si pensamos de manera más global queremos animar a las empresas que fabrican este tipo de productos a que busquen otras alternativas a estos materiales o, al menos, que traten de incorporar a sus procesos de producción materiales ecológicos como el papel reciclado.

Los recientes esfuerzos de Francia para reducir la contaminación también afectarán a aquellos que disfrutan de comer al aire libre, gracias a una controvertida ley, los que gusten de hacer picnic ya no podrán usar vasos de plástico para el vino, tampoco cubiertos ni platos de ese material para sus baguettes.

La nueva medida, que entró en vigor en agosto, dará a los productores hasta el año 2020 para asegurarse de que todos los platos vendidos en Francia provengan de fuentes biológicas y puedan usarse en la composta. Esto sigue a la prohibición de las bolsas de plástico vigente desde julio.

Aunque varios países prohibieron también las bolsas plásticas, Francia parece ser el primero en introducir la restricción a los utensilios de plástico. La medida llega después de que París fue sede de una importante conferencia el mes pasado sobre cambio climático, y mientras el gobierno socialista trata de poner a Francia al frente de la lucha ambiental.

Espero que la próxima vez que ustedes vayan a una tienda, lleven sus propias bolsas reutilizables; evitemos las bolsas de plástico. Espero también que eviten a toda costa todo tiempo de desechables a la hora de hacer fiestas, o reuniones que nada nos cuesta fregar un par de platos.


 
 
 

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