Pistolas Libres, Asesinos Sueltos
- Andrés Rengifo
- 9 mar 2017
- 3 Min. de lectura
“La pistola es el grifo de la muerte.” – Ramón Gomez de la Serna.
Ninguno de nosotros está ajeno de la creciente inseguridad que se ha estado viviendo del país. Mientras que la causas fluctuan entre puntos de vista, una porción de la población está decidida a crear una solución por sus propias manos. Dicha solución consiste en combatir el fuego con fuego, de una manera bastante literal. En los meses recientes la Asociación Panameña de Portadores de Arma ha estado impulsando la idea de facilitar y reducir el control sobre los permisos de armas. El tema a cuestión es si la solución que plantean es factible.
Para entender mejor el tema hay que tomar en cuenta que los requisitos para el porte de armas en Panamá son los siguientes: llevar a cabo una evaluación ´psicológica que indique que uno es apto para el porte de armas, llevar una solicitud en nota proporcionada por la DIJ, carta de traspaso o recibo de compra del arma, copia de cédula del vendedor, permiso del vendedor y su respectiva copia, prueba antidoping, prueba de ADN, realizar pago dependiendo de la cantidad de años de vigencia, llevar el arma con tres municiones y llevar dos fotos tamaño carné. Al analizar estos requisitos uno deduce que el porte de armas no es un proceso tan tedioso como el que es presentado.lo cual lleva a la siguente pregunta: ¿por qué se está presionando tanto por una reforma a los requisitos de estos permisos?
La respuesta se puede resumir en una palabra, IGNORANCIA. Al idoaltrar un sistema de control de armas extranjeros lo unico que se logra apreciar es el aspecto positivo pero no el aspecto negativo. La Asociación Panameña de Portadores de Armas establece que el sistema que se tiene en Panamá debería ser altamente similar al sistema estadounidense. Lo que no se percatan es quesu tal llamada “solución” va a empeorar la situación actual. Todo debido a que no se percatan de las fallas dentro del sistema.
Las fallas están soportadas por varios casos judiciales los cuales pudieron ser evitados con requisitos más rigurosos para los portadores. Uno de los casos más ironicos es el de Christy Sheats, una madre de 42 años quien estaba en contra de un control más riguroso sobre las armas y en medio de una discusión asesino a sus dos hijas Madison Sheats, 17, y Taylor Sheats, 22. Otro caso más reciente es el tiroteo en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en él cual Esteban Santiago-Ruiz un ex-soldado estadounidense abrió fuego en el terminal número dos matando a 5 personas. Lo más preocupante es que estos caso no impulsan reformas mayores en los requisitos. La ultima reforma que se llevo a cabo fue del tiroteo en Culombine Highschool en el cual Eric Harris y Dylan Klebold perpretaron un ataque terrorista el 20 de abril en 1999 en el cual utilizaron explosivos, rifles automáticos, subametralladoras y escopetas, dejando 24 personas heridas, de las cuales 21 fueron por armas de fuegos, y 15 personas muertas incluyendo los perpetradores.
Considerando la información tratada anteriormente, la lógica debería dictar que se mantenga el sistema actual del permiso de porte de arma en Panamá. Con respecto a los incrementos en los niveles de inseguridad la solución es unirse y expresar el descontento con las fallas del gobierno y el ministerio de seguridad quienes han fallado de proveer la seguridad que el pueblo exige. Al final del día facilitar la compra de armas para supuestamente defenderse delos criminales al usar sus mismas tácticas no va a llevar a un mejoramiento de la situación sino a un empeoramiento de la seguridad pública en el país. Como Mahatma Gandhi una vez dijo “ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.”
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